(Fotos: Valentina Larraggione)
Cada dos de abril, la escena se repite: y no por repetida deja de ser sentida. Los veteranos, en el centro de la escena, con sus emociones colgándoles del cuerpo; y los demás, pibes de las escuelas, adultos envueltos en las banderas de las organizaciones a las que representan, atletas y devenidos en…vecinos que recuerdan, palmo a palmo, aquéllos ochenta, y los años que vinieron, luego, para recordarles que aquí sí, se los recuerda.
Y se los quiere.
“Era un poco más grande que nosotros”, dice Juan Mellado a Fundación Ceferino Namuncurá, mientras acomoda la bandera, la acaricia. “Nosotros, desde que llegaron, tratamos de acompañarlos. Como lo hicimos antes y durante la guerra”, cuenta y se afloja. Les cuesta hablar, pero sigue: “A los más pibes, inclusive a mis hijos, les digo que uno lo siente de otra manera porque lo vivió y les recalco que este es un pueblo que cuando hay que defender a la patria le pone el pecho a las balas”.
Franco y Estrella, tienen poco más, poco menos, que la edad que tenía Juan en el 82: “Fue algo trágico porque los soldados nuestros no tenían tantas armas y eran menos experimentados que los de Inglaterra“(Franco),”Lo sentí más cerca porque mi abuelo estuvo en esta guerra y aunque no le pasó nada, le afecta bastante todavía, hasta hablar de este tema. Si bien perdió muchos compañeros, con otros mantiene contacto al día de hoy”(Estrella); nos comparten los jóvenes quienes fueron elegidos como segundo escolta y abanderada, por sus propios compañeros, docentes e instructores.
Fundación Ceferino Namuncurá, presente. Juan Mellado, Estrella Aranda, Renzo Nassif, Franco Terzaghi y Joaquina Menéndez; abanderada y escoltas de la escuela 1737.
“Es una sensación muy fuerte cada dos de abril, aunque para nosotros, todos los días llevamos esta sensación encima nuestro. Pero esto que vivimos es muy fuerte, en nuestro pueblo, con la vigilia y la gente que vino en buena cantidad, a quienes le agradecemos que nos estén acompañando porque es algo muy especial, sobre todo pensando en los que quedaron en Malvinas”, nos señala un veterano de guerra, mientras realizamos la recorrida y registramos el material para el canal de you tube. “Muy emocionado. Hay que recordar a nuestros caídos y malvinizar. Sobre todas las cosas”, nos comparte otro veterano que también hace hincapié en la gente que acompañó a los pibes de ayer, a estos hombre de hoy, durante la vigilia en donde no faltó la música y la canción.
Malvinizar…es la tarea. En la foto de la izquierda la leyenda, sentida. Sixto Garay -a la derecha- muestra los presentes que entregó la municipalidad.
Nos corremos, sin correr y charlamos con algunas maestras y alumnos de las escuelas de Puerto Madryn: “Nosotros representamos a la escuela 42 y significa un día muy importante. Este año fui a las Malvinas, así que me siento doblemente emocionada.Es una fecha muy importante para nuestro país. Ojalá, alguna vez, podamos recuperarlas”, dice la maestra del grado. Los chicos, de la escuela 42, acotan: “Hablamos cómo fue la guerra”, “nos contaron de la guerra y cómo sufrían”. Cintya, maestra de la escuela 46, rememora: “Nosotros vivíamos acá cuando sucedió la guerra. Nos ha tocado de cerca. Con los chicos hemos trabajado bastante sobre el tema de Malvinas; preguntáles”, invita: “Vimos cómo sufrieron la guerra los soldados y que pasaron hambre”(Brisa, abanderada), “fuimos al centro de veteranos y nos contaron cómo fue la guerra”.
Escuelas. Los estudiantes de las escuelas de Puerto Madryn, también presentes en el acto del 2 de abril en el monumento a los caídos en Malvinas.
Aniversarios. 35 años se cumplieron del inicio de la guerra. 20 años después, con la presencia del por entonces presidente Eduardo Duhalde, se inauguró el monumeto, sede de la vigilia del 1 de abril y de cada acto cuando llega el dos.
Estudio. Los pibes de las escuelas de Puerto Madryn trabajan el tema, como en ninguna parte, quizás. Los mas grandes coinciden en recordar la fecha, con tristeza.
Los pibes de la secundaria, también dicen:”Siempre van a ser nuestras aunque hayan pasado muchos años, y haya habido muchos fallecidos, a quienes siempre vamos a recordar.Hemos sido visitados por los veteranos, tanto en la primaria, como ahora en la secundaria e hicimos muchos trabajos” (Jaqueline, escuela 750), ” Es un marco muy grande en la historia y un gran dolor” (Micaela, escuela 728), “Malvinas significa el recuerdo y la bronca, y las ganas de hacer algo para que no vuelva a pasar-la guerra-. Trabajamos mucho en la escuela sobre el tema”(Malena, escuela 741),”Malvinas es un orgullo nacional. Y estar acá es muy significativo. Siempre recordamos el tema con las materias afines: hay actos y actividades que nos recuerdan el tema”,”Todos los años hacemos un acto conmemorativo y se invitan a los veteranos de guerra. Todos los años se hace una actividad diferente, como por ejemplo el año pasado, cuando intervino una orquesta de la escuela” (Brian, escuela de pesca) (Camila, escuela 790).
“Es una fecha muy cara para nosotros. Llevaba a mi hija a la escuela e íbamos con mucho miedo. Fue un día muy triste”, “mucha tristeza, tengo un yerno que vivía en Río Gallegos y veía cómo salían cinco aviones y volvían tres. Mucha tristeza”, dicen una señora y un señor representando al Centro de Jubilados de la ciudad.
Algunos de los veteranos madrynenses: Daniel Acosta, Mario Aguirre, Daniel, José Pedro Bustamante, Julio Calvo, Ramón Carreras, Ricardo Echeverría, Ramón Escobar, Sixto Garay, Miguel Gélvez, Angel Hueche, Mario Calvinsky, Guillermo Huircapán, Sergio Huircapán, Mario Miatello, Carlos Melo, Omar Molina, César Montoya, José Luis Montesinos, César Neira, Pedro Ortega, Juan Retamal, Julio César Gonzalez, Ramón Urquiza, Oscar Contreras, fueron algunos de los veteranos de guerra, presentes. También asistieron familiares de los fallecidos, Bernardino Aguirre, José Ortega,Roque Roldán, Rafael Barrios, Mario Lucas Radonich, Simón Antieco, entre otros.
Presidente. Al igual que el año pasado, Germán Vásquez, habló en nombre de los veteranos.
Compartimos algunos fragmentos de los discursos: Sara Montesinos, hija de un ex combatiente:” Hace algunos años escribimos un homenaje con sinceras palabras , aunque mucho no entendíamos, ya se sentía este clima que cada dos de abril, nos mueve el mismo sentimiento: este que sentimos, que heredamos, y que corre por nuestras venas. Hoy entendemos que por sus venas , pasó que quizás no podrían volver;quiero decirles que no fueron los “soldaditos del 2 de abril”. Fueron, son y serán aquéllos soldados que los británicos supieron reconocer y que con honor y valentía defendieron nuestra celeste y blanca. No fue su voluntad, fue el destino. Fue por Dios y la Patria…”” Por los que volvieron, escucha soldado argentino: hay un lugar allá en el Sur que muchos quieren olvidar, algunos porque no han sufrido y otros por miedo, quizás pero lo cierto es que el olvido no tiene distancia, aunque ellos pretendan olvidar, no saben o no entienden que el recuerdo ya se ganó su lugar¿Quién es aquél que puede olvidar? Si entre rocas, tierra y mar, la sangre de nuestros héroes está. Quien se llama argentino, patriota, todavía puede escuchar los gritos d enuestros héroes que allá estan . Escuchen que lo haran vibrar, grite que los envuelva con la bandera para volverla a izar . Escuchen argentino, sus gritos, porque no pueden descansar…””No somos jueces, ni jurados, porque no somos quienes para juzgarpero escuchen a nuestro héroes que en las Islas Malvinas estan. No quieren ni por qué, ni las razones, solo quieren la bandera en su lugar, ellos quieren la Patria, y la soberanía de las Islas para podr descansar . Por los que fueron, los que volvieron y por los 649 caídos y por los que hoy viajan a su encuentro no queremos olvidar. ¡Viva la Patria!
Germán Vásquez, presidente del Centro: “Estamos frente a una fecha emblemática en la historia de nuestro país y de nuestra vida. Aquel dos de abril cuando recuperamos la sobreranía de las Islas sobre nuestro territorio insular nos colocó en un lugar de triste privilegio. Sabemos que así como fueron usurpadas en 1833 como parte de una politica expancionista y colonial del Reino Unido. Esa misma politica sigue condicionando los modos en que nuestro reclamo no encuentran eco en el derecho internacional que nos permita aún saldar la deuda con la historia. Durante muchos años evitamos hablar de guerra;vivimos a fuego experiencias que no siempre resultan grata transmitir: recordamosa nuestros compañeros, caídos en batalla, como patagónicos que somos, los sentimos tan cerca que no podemos aceptar que un país invasor que está a mas de 6 mil kilómetros de distancia pretenda ocupar el dominio sobre nuestras islas a la que ya nuestros pueblos originarios mencionaban como morada de sus dioses…””Así atravezamos nuestro siglo veinte y sentimos sobre las cosas mas honrosas que puedan realizar un conjunto de soldados en una guerra singular, podríamos denominarla de muchas maneras. Sin embargo en búsqueda de caracterizaciones no habá palabras que sintetice nuestro dolor por los caídos chubutenses a quies recordamos y multiplicamos en el grito de no olvido que se merecen:ellos son Mario Almonacid, de Comodoro Rivadavia, Pedro Angel Torres, del Maitén, Simón Oscar Antieco, Costa de Lepa, Ricardo Andrés Awstin, Tecka, José Honorio Ortega, Trelew. En estos 35 años de recorrido pasamos por varias etapas de olvido y silencio, etapas de mucho dolor y sentimiento que desbordaban nuestras vidas y que nos nos permitían ser seres pensantes como todo el mundo. Años de desosiego han quedado atrás. Aplastados por la fuerza que una causa solo como la de Malvinas puede provocar y es por eso que hablar de Malvinas en esta larga pos guerra es para nosotros una necesidad y una obligación…”
El presidente del centro también habló de la tasa de suicidios y del Estado que muchas veces los ha dejado de lado.De la misma manera que sufrieron el asilo y el destierro, José de San Martín, Manuel Belgrano y Juana Azurduy. También reclamó por seguir solicitando la soberanía y porque se reconozca cada nombre de los caídos en Malvinas.
Por último, habló el intendente Ricardo Sastre: “Debo confesar que durante cada acto del dos de abril he visto los rostros de tristeza y de frustración de los héroes de Malvinas: tristeza porque ese conflicto bélico al que concurrieron de manera inesperada se ha quedado a vivir seguramente en cada uno de ellos, en sus cuerpos y en sus almas. Frustración porque aunque hayan pasado treinta y cinco años sienten que parte d ela sociedad, y de quienes han tenido y tenemos responsabilidades públicas no han dado lo que los ex combatientes se merecen. Hablar de deudas sería como hablar de cada año que pasó. Cuando tomemos real dimensión de lo que pasó podremos ponernos en la piel de cada uno de los que la vivieron. Es cierto que se mezclan los sentimientos: sobre quienes tomaron la desición y qué significa ese racimo de islas de nuestro atlántico sur. A ustedes, ex combatientes de Malvinas, el último goebierno de facto los mandó para intentar pegar el último intento de resurrección, para su régimen moribundo. Peor los devolvió ocultos, sin la gloria que merecían por haber defendido hasta el útimo aliento los colores de nuestra bandera. Esa sensación provocó por un tiempo esos resultados que la dictadura había buscado…””Por eso no es hora de volver a pedirles perdón porque ya no alcanza sino que es hora de una solución indisoluble que involucre del primero al último de los argentinos. A 35 años de una guerra que sigue doliendo, Malvinas es una espina clavada en el corazón de la democracia.Para sacarla debemos no solamente darle a los ex combatientes todo lo que se merecen sino, de una vez por todas poner en primera fila sus demostraciones de heroísmo, porque allá en el campo de batalla, la guerra estuvo plagada de hechos heroicos, algunos desconocidos, y otros trágicos que todavía no forman parte de nuestros libros pero sí de nuestra historia…””Para que nuestros héroes tengan el lugar que deben alcanzar debemos recordar esta justa causa que dejó a muchos padres, madres y hermanos sin los mas preciado que tenían para ofrendárselos a la patria…””La justicia de la soberanía sobre las islas va allegar. Y debe llegar sin que ni una gota de sangre sea derramada, y tampoco sea derramada ni una sola lágrima de tristeza…”
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