“Duque es un jugador, Uribe es el dueño de la pelota. La derecha prescinde de la democracia”, resaltó Ismael Jalil, integrante de CORREPI, una de las organizaciones de derechos humanos que estuvo en Colombia, entre mayo y junio, relevando lo sucedido desde el 28 de abril. Desde entonces comenzó en el país sudamericano un paro nacional con diversos piquetes en distintas localidades del país. La Namunkurá que sigue el conflicto, como otros suscitados en otros países del continente, realizó entrevistas a periodistas, docentes y representantes de organismos de derechos humanos para obtener, de primera mano, información precisa. “Hay un cerco mediático internacional sobre lo qué pasa en Colombia; hay ‘agachadas’ de organismos como la OEA”, analizó Jalil. El experimentado dirigente se refirió a la participación de los jóvenes como referencia de quienes sostienen la lucha, al tiempo que destacó históricamente los conflictos que se viven en Colombia desde 1948: “Con éste, podemos hablar de 3 procesos violentos. Aquél iniciado tras el asesinato de Gaitán -Jorge Eliezer, candidato a presidente por entonces-, el que surgió tras la presencia de los grupos de la guerrilla que si bien “parecía haber finalizado, en 2016, con el acuerdo de Paz, solamente sirvió para que se marquen a líderes y lideresas sociales a quienes han asesinado en los últimos años”. Por último, Jalil habló del bombardeo a Plaza de Mayo:”Poca gente sabe que murieron 300 personas. Es uno de los ataques más graves de nuestra historia. Mi viejo fue protagonista del 16 de junio, como hombre de pueblo. Lo más grave es que se haya callado lo que pasó”.
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