Dicen los que se dicen analistas que a los famosos “primeros cien días de luna de miel” de un gobierno los “salvó” la pandemia del coronavirus. Las conferencias de prensa, la cadena nacional -no se oyeron rezongos como cuando Cristina…- y las variadas entrevistas proporcionadas por Alberto Fernández, durante la cuarentena obligatoria, hicieron elevarle la imagen positiva.
La postura, para otros analistas o basades en su expertiz, de salud versus economía o viceversa tiene algunos arietes: “A la salud la defendés con la economía. Los ricos viven de la riqueza y los pobres dependen de la economía. No acentuemos contradicciones que no existen”, repite hasta el cansancio Guillermo Moreno, ex funcionario de Néstor y Cristina, “escondido” por referentes de la política y -justamente- la economía de Puerto Madryn tras una visita del ex titular del área de Comercio, en 2018.
“Chubut: libertad y tierra”
Salvo la voracidad de los dueños de los packs de fútbol (“Vayan a Cuba si quieren ver fútbol gratis”, acuñó Fernando Niembro, periodista que alguna vez, como vocero de Carlos Menem, anunció los indultos en 1991), la emergencia sanitaria trajo consigo el virus de la apertura: plataformas en donde pueden observarse películas, obras de teatro, recitales y contenidos guardados bajo siete llaves, aún en épocas de bombardeo informativo, se instalan al alcance de -quienes tienen conexión a internet, datos en los teléfonos, crédito, etc…- la población. Interesante film es uno que lleva por nombre “Chubut: libertad y tierra”.
El nombre se debe, no solamente, a la potencia del significado de ambas palabras, sino, además, al nombre de un partido político que compitió en las elecciones de fines de los 50 del siglo 20. La protagonista es una joven que busca descubrir los pasos de su abuelo médico, quien realizó desde las bases el sanitarismo en la cordillera. De apellido Espina, el abuelo de la joven se radicó en El Maitén en 1942 y pasó de “armar” una salita de enfermería a intervenir, junto a la vecindad, de la construcción de un moderno hospital, el cual era utilizado por la gente de la zona cuyas distancias, como siempre en la Patagonia, fueron enormes.
El hombre, sin embargo, traza a la salud al estilo Ramón Carrillo o Bialet Massé como un necesario entramado social. No se limita a la medicina. Habla de la tierra, de quienes la trabajan, de la educación. La película nos lleva y nos trae a momentos actuales: se nombra a Cushamen -en donde se violentó a una comunidad originaria antes de la desaparición de Santiago Maldonado, en 2017-, al periódico “La Chispa” en donde escribía Osvaldo Bayer, sinónimo de la historia en la región, y a la historia de la estancia Del Sud que, con el paso del tiempo, quedó en manos de los Benneton. De ahí podríamos ir a Tinelli, su “cuarentena” en Esquel, la vista gorda de Massoni…
Corona virus: sin positivos, la rosca no para
Massoni: al igual que compañeros de gabinete cae -o no cae en la cuenta- en frases que hablan de las gestiones anteriores (estuvo en seguridad, en 2015, en el gobierno de Buzzi y fue “repatriado” por Arcioni a principios de 2018 en donde ocupó, indistintamente hasta “su expulsión” a fines de 2019, los cargos en seguridad, gobierno y coordinación de gabinete).
A su impronta inevitable de protagonismo extrafalario (es capaz de apresar a un ladrón que cruza corriendo, estar presente en un operativo de drogas, o bien requisar en persona el bolso de algún transeúnte en la rambla madrynense o de Playa Unión), la actual situación que le otorga a las fuerzas de seguridad un primer plano, la actuación de Massoni es una herramienta que comienzan a utilizar los oficialistas-opositores.
Se contradicen los mensajes: mientras desde la fiscalía de Esquel -ver en www.mpfchubut.gov.ar- mencionan que la reunión que incluyó al procurador general, Jorge Miquelarena, al defensor general, Sebastián Darocca y a fiscales de diversas localidades -más quienes se sumaron a través de video conferencias- e integrantes del ejecutivo chubutense fue a pedido de Miquelarena; José Grazzini, ministro de gobierno, dijo en conferencia de prensa (domingo 29 de marzo) que la cita fue a instancias del ministerio de seguridad.
Pues: aquéllo que parecería un “reto” para Massoni, según el gobierno no lo fue. Aunque haya declaraciones a la prensa del jefe de fiscales de Puerto Madryn, Daniel Báez, que hacen mención a la conducta de las fuerzas de seguridad de la provincia, al menos en nuestra ciudad, en donde se radicaron denuncias que hablan de apremios ilegales en la comisaría tercera.
Vale destacar que en menos de 1 hora la publicación en el facebook “La Namunkurá” que detalla cómo una mujer fue víctima de una requisa que la obligó a desnudarse y a realizar… ¡¡¡ sentadillas!!! tuvo tal repercusión que 500 personas compartieron la misma.
Se trata de una comerciante que fue abordada junto a su marido por efectivos de la seccional ubicada al sur de Puerto Madryn.
Mientras Grazzini habla de 400 denuncias de abuso policial en todo el país y solamente 2 en Chubut, Massoni, en la misma conferencia dice que no hay ninguno: “Se viralizó un audio en el cual manifiesto que estoy orgulloso de la policía. Y así es. Mientras, los diputados que pueden enfermarse, a quienes también cuidamos de este virus nefasto, hacen politiquería”, sostuvo el ministro de seguridad elevando la voz.
Cuando habla de los legisladores se refiere al bloque del PJ y de Cambiemos que enviaron una nota al gobernador Arcioni y al vice Sastre preocupades por el accionar de la cartera que conduce Massoni.
Sin embargo nada han dicho los 16 integrantes del bloque ¿oficialista? de Chubut al Frente.
Ese silencio no se condice con las voces que surgen, en medios nacionales, desde Chubut como las del dirigente gremial estatal, Roberto Cabeda -extraño que lo haya emitido en TN cuando se trata de un representante que pugna por los medios sociales y alternativos- quien fue entrevistado por…Nicolás Wiñaski!!! quien expuso la situación de crisis que vive la provincia en el marco de la pandemia.
¿Otras vez ATE como espada del sastrismo para esmerilar a su, ahora, compañero de binomio gubernamental?
Es dable recordar -fue dicho en La Namunkurá y escrito en este portal- que marcamos las diferencias de métodos en la lucha gremial en 2018 y en 2019: en el año par -ahora que se puso de moda la terminación de los números- ATE integró la MUS (mesa de unidad sindical) al tiempo que en 2019, con elecciones anticipadas en Chubut, se apartó de esa estructura y un “sincericidio” de Julio Belazcuen, también dirigente de los estatales, reconoció que habían votado a Arcioni porque “Sastre por lo menos gestiona- hablaba cuando el actual vice gobernador era intendente de Puerto Madryn- y los votos los puso Sastre”, dijo.
Más tarde lo conocido: elecciones en junio del año pasado en Chubut, las PASO de agosto a nivel nacional que modificaron el mapa provincial, “los tirones de oreja” de Wado De Pedro a una mesa política local en donde Arcioni viajó por su lado, Sastre por el suyo y cada quien invitó a quien creía conveniente a la tertulia en ¡¡¡Buenos Aires!!! para solucionar problemas de Chubut.
El “miserables” de Arcioni más acá en el recuerdo, y las repuestas de “inoperante” de los socios electorales del reelegido gobernador, dejaron en claro que, como también dicen los analistas, la crisis es política y no tan solo -no porque fuese poco- económica.
Como la canción de Divididos “Tajo C” que se pregunta qué hacen con el enano, hoy ese rol parece ocuparlo Federico Massoni.
La figurita necesaria para alimentar, en tiempos de cuarentena, la interna eterna.
Dejar una contestacion