(Fotos: taller de fotografía)
Marzo de 2017. Entramos a la cocina, hay olor a rico y manos en la masa. Pasamos por parquización y ahí está Gastón poniéndole esmalte a los bancos de la plaza. Caminamos, hasta el “fondo” del predio y allí están José y Daniel, Brandon, Bruno y Juan recortando las malezas y las flores amarillas.Detrás del alambrado, Julio busca cómo arreglar una bomba de agua para que el riego siga sosteniendo gran parte de las hectáreas que lucen “verdes”.César, hincado, le “mete mano” a los caños que conducen a los tanques de agua, y también nos cuenta sobre la construcción. Alberto, mendocino, dice que extraña a las mujeres de su provincia, pero también recita qué hacen los chicos en los talleres que lo tienen como guía.
Vení, pasa conmigo, que varias cosas vas a encontrar…
“Soy instructor de parquización y mantengo técnicamente la radio junto a Jorge Viveros”, nos cuenta Alberto Labarta, el “Chuly” para todos: “La poda de frutales y el mantenimiento en general del predio de la Fundación depende del trabajo que realizamos algunos compañeros, entre ellos, yo”, dice a Alto Boletín el mendocino que tiene un antecedente familiar en el trabajo como agricultor en su San Rafael natal: “Con mi padre teníamos una finca y una pequeña bodega. Fue por eso que mis padres me enviaron a una escuela técnica en donde me recibí de técnico agrario y enólogo. Los parecidos con esta escuela es que, al igual que nosotros, los chicos acá tienen un espacio de aula y otro de trabajos prácticos. Nosotros teníamos, después del trabajo en el aula, un paño de viñedos, también había una hectárea de frutales; duraznos, ciruela y pera. Ahora la escuela a la que iba tiene 10 hectáreas de frutales.Los estudiantes, en la actualidad, hacen el vino en forma industrializada con los avances que tienen.Cuando llegué a la Fundación empecé a trabajar en la radio, en el mantenimiento. Luego me sumé parquización con un aspecto más práctico que didáctico Les transmito que a la tierra hay que quererla para poder trabajarla”, dice Labarta, que agrega: “Al principio les cuesta agarrar la asada, la pala o el rastrillo. Luego se van encariñando y son ellos-los pibes- quienes gustan observar el parque bien verde y limpio.A la tarde cuando hay un rélax lo hacen en el parque. Me gusta que sea así”. Y remata diciendo, recordando a su Mendoza natal que, además de las mujeres, extraña los parques, el río y las acequias. Tal cual canta Karamelo Santo, grupo que se acerca a la Fundación, en donde va a tocar el próximo viernes siete de abril. “Y no te olvides de Los Enanitos Verdes“, señala “El Chuly” aquien le tocas el corazón y el alma con la canción “Gemidos de un gorrión”.
“Ahora estamos cortando las flores amarillas y el pasto para que quede bien prolijo”, nos explica José Urquiza, “El Abuelo”, una de las personas con mayor estadía en laFundación Ceferino Namuncurá, a la cual llegó siendo un pibe que vivía en la calle:”Ahora estamos usando la bordadora para las flores amarillas y para, la hectárea de abajo, en la cual estamos dejando los fardos de alfalfa”, agrega José, gran jugador de fútbol en los ratos libres.”Nos repartimos entre los dos, en conjunto con los estudiantes que tenemos-se inscribieron muchos chicos este año-. La seguridad de los pibes, y controlar a los animales, son nuestras prioridades. Lo mismo que hacía José, pasando la bordadora, es lo que pretendemos que hagan los pibes, utilizando los elementos de seguridad”, cuenta Daniel, quien se ha sumado hace poco a la organización. Por último es el “Abuelo” quien nos cuenta su experiencia y de qué manera la transmite a los más chicos: “Hemos pasado por muchos chicos. Cuando ellas preguntan cómo es el trabajo, les vamos contando. O sale de nosotros también contarles. Cada etapa tiene su momento. En los descansos aprovechamos para contarles distintas etapas de la Fundación”, concluye Urquiza.
Julio Escobar, camina, entre los alambres. Y revela: “Estamos revisando la bomba que se utiliza para el riego de las plantaciones de huerta. Debemos desmontarla y ver de qué manera se encuentra. Probablemente se haya humedecido y haya que cambiarla porque sirve durante poco tiempo porque saltan las protecciones térmicas”. Jubilado, técnico electromecánico, Julio nos cuenta su faceta “polirubro”: “Hasta hace poco me desempeñé como encargado de grupo, por eso uno le hace a diferentes cosas: un poco a la mecánica, a la electricidad y a la electrotenia. Si bien no tengo un grupo de chicos a cargo estoy siempre recorriendo los talleres y es ahí que me acoplo al instructor, tanto en carpintería, como en herrería y en electricidad, en donde compartirnos las enseñanzas. A los mas chicos les recomendaría que manifiesten si hay algún taller que les gusta mas que otro, lo digan. No muchos pibes pueden tener la posibilidad que tienen en esta escuela. Con la práctica de esta escuela”, sostiene Escobar.
Agua. Las pasturas crecen gracias al agua de rehúso. Es Julio Escobar quien nos cuenta sobre los arreglos en la bombas para poder mantener el servicio. En primer plano, las flores amarillas: tarea para Daniel y José.
César Rojas, nos dice: “Estamos haciendo mantenimiento. Esta bomba-hincado, señala y nos muestra- sube el agua al tanque del SUM y la otra al de la cocina; estamos reparándola porque la misma bomba alimentaba a las dos bocas y eso hacía que funcionase mal. Ahora con una bomba para cada uno, va a funcionar mejor”. Y agrega: “La actividad con los chicos pasa más por la construcción. En la actualidad estamos construyendo nuevas aulas, la vereda de la radio y también estamos, valga el juego de palabras, construyendo el taller de construcción, al cual le falta el piso y las puertas, nada más. El resto, ya está”.La experiencia, esa “materia invisible”: “Lo mío se fue haciendo de mirar al otro. Así aprendí”, nos cuenta César.”La obra mas importante de mi vida es mi casa. Mi casa la hicimos con mi señora y mis chicos. Allí colaboramos todos, ahí es donde vivimos,comemos y crecemos. Es nuestro punto de unión”, se emociona y emociona.
Aulas. En imágen como se elevan las paredes que conforman las nuevas aulas. César Rojas, a cargo del sector también nos contó sobre las bombas que alimentan a los tanques de agua.
Ester Vivas, vive enfrente de la Fundación. Es mamá de unos de los primeros egresados- Bruno Mellado– y está a cargo del taller de cocina: “Hago cursos y luego comparto la práctica con los chicos”, nos expresa Vivas quien señalaba sus manos enharinadas, en la previa a uno de los eventos que suelen realizarse en la Usina Cultural, en este caso un encuentro de veterinarios.”Hay muchos chicos así que estamos dispuestas- la cocina la comparten junto a Yanina y a Eva– a trabajar con muchas ganas. Estamos esperando por los talleres”, dice Ester quien repasa las últimas comidas, para cincuenta personas en donde los productos de la huerta son los protagonistas fundamentales: “Utilizamos mucha acelga en estos días. Y como todo, es casero. Las tortas fritas, el pan y la masa de los panqueques”, por ejemplo.
Recorrida. Los pibes nos cuentan qué hicieron en las últimas semanas. Brandon, Bruno y Juan, nos llevan de paseo.
Brandon, Bruno y Juan, tienen entre 15 y 12 años: “Estuvimos limpiando el deposito de comidas de algunos animales, el gallinero, por ejemplo”, reseña Brando que junto a Juan, es uno de los pibes nuevos en la Fundación.”Estuvimos limpiando la caca de los animales, -¿la bosta? le preguntamos.”No, eso es de las vacas”, corrige oportuno Bruno, de mayor experiencia en la organización- completa Brandon. Y Bruno, agrega: “A mí me tocó trabajar con las flores amarillas, cortándolas. Estoy trabajando junto al “Abuelo”. Es él quien me da las indicaciones.Mientras que los otros chicos están limpiando los corrales. A veces trabajamos solos, y otras veces, entre nosotros. Juan nos cuenta qué han visto en el aula, en los primeros días: “Estamos viendo matemáticas”, expresa Juan que tiene a dos hermanos en la Fundación: Vengo de la escuela 170 y lo que mas me gustaba era estar en el patio”, dice el más gurrumín de todos. Vuelve a contarnos Brandon:“Estuvimos hablando sobre la dictadura y el 24 de marzo. Hablamos de las Madres y las Abuelas“, y acota Bruno que son “las abuelas quienes buscan a sus nietos”. “Uno de mis referentes es Julian Assange”, cuenta Brandon quien siente en el periodismo gráfico una de sus vertientes en la comunicación.
Dejar una contestacion