“I said ‘¡fire!’”. La confesión es del exteniente de la Armada Guillermo Bravo, el último de los fusiladores de la Masacre de Trelew aún por juzgar, casi 50 años después. Su declaración se dio en el marco del juicio civil que tiene lugar en Miami, EEUU, donde reside desde 1973, con el fin de resarcir a las familias de las víctimas. Todavía está pendiente su extradición para ser juzgado penalmente por los 16 asesinatos políticos de 1972 en Chubut.
“No dimensionamos la importancia histórica que tiene este juicio”, afirmó desde EEUU el abogado Eduardo Hualpa, funcionario del ministerio de Justicia de Nación, que acompaña a los familiares de las víctimas. En entrevista con La Namunkurá, diferenció el juicio civil que se está desarrollando con el pendiente de la extradición, que aún debe definir un juez del país americano. “La extradición está pendiente y corre por un carril aparte; no creo que (este juicio) vaya a influir (en acelerar el otro proceso)”, explicó.
En cobertura del juicio civil que se desarrolla en Miami, la agencia internacional Associated Press publicó una foto actual de Bravo (79) junto con una crónica de la primera jornada de declaraciones, que incluyen la del acusado. A continuación, enlace a esta crónica y a la entrevista con Hualpa.
https://apnews.com/article/noticias-a53990197f5d82912d63d3f68bfc269c
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